Sinapsis.
Método Pedagógico por Mg. katia S. Conrado
SINAPSIS: una propuesta para el
fortalecimiento de la inclusión social y académica.
Hace 4 años llegué a la Institución Agustín Fernández como maestra regular, es
un colegio oficial ubicado en la Localidad 1 de Usaquén, los estudiantes que la
conforman pertenecen a estratos 1 y 2, con alto grado de problemáticas de
vulnerabilidad familiar, socio-económica y de violencia doméstica , en algunos
casos estudiantes en situación de desplazamiento.
Al iniciar el 2014 fui asignada como maestra para el grado 401, me encontré con
un grupo muy particular en donde pude reconocer que mis estudiantes era un
ejemplo perfecto de la diversidad que hay en la sociedad, no era un grupo
homogéneo al que debía darle todo por igual sino un grupo heterogéneo con
diversidad de raza, género, culturas, estilos y maneras de aprender, algunos en
situaciones de abandono funcional en casa, otros con diagnósticos de:
“Trastorno de Déficit Atencional , (TDA), bajo rendimiento escolar y los casos
especiales de convivencia bastante notorios en el aula asociados con familias
vinculadas al microtráfico, pandillismo, maltrato físico, violencia
intrafamiliar lo que hacía que fueran rotulados dentro del grupo de maestros de
la jornada.
Inmediatamente me di cuenta que sería un gran reto hacer que los estudiantes en
estas condiciones fueran superando sus dificultades y lo más importante que
lograra evidenciar en ellos la importancia del respeto por las diferencias
culturales, sociales, individuales en busca del fortalecimiento de la
democracia en el aula para así lograr una convivencia no sólo pacífica, sino
creativa dentro y fuera de ella ya que los conflictos eran constantes . Como
educadora especial que soy, sabía que tendría que captar la atención de mis
nuevos estudiantes con alternativas que promovieran la motivación, interés y
agrado por aprender; sobretodo que el aula se convirtiera en ese lugar
donde todos pudiéramos aprender, sin discriminaciones y con un alto grado de
respeto y tolerancia hacia los demás.
A medida que fue pasando el tiempo notaba que con mi manera de enseñar casi
siempre expositiva, no estaba logrando la participación de todos mis
estudiantes, podía percibir el esfuerzo que hacían algunos de ellos por lograr
comprender la temática propuesta. Por ejemplo en matemáticas, la
facilidad con la cual algunos niños aprendían con mi forma de
enseñar, en contraposición a la dificultad de aquellos que con uno y otro
ejercicio no lograban obtener desempeños favorables acordes a los
objetivos propuestos atendiendo a las competencias básicas propuestas en
el plan de estudios tales como: realizar los ejercicios de suma, resta,
multiplicación, en forma correcta, plantear y resolver problemas matemáticos.
En el desarrollo de habilidades comunicativas en lo referente a los relatos se
evidenció que su producción textual carecía de párrafos debidamente
estructurados, se les dificultaba la escritura espontánea y la comprensión de
lectura en el nivel literal no estaba debidamente estructurada. Y finalmente en
los estudiantes con hiperactividad mi estilo de enseñanza expositiva se
convirtió en una barrera porque se mostraban apáticos a las actividades y por
ende favorecía para que su desempeño convivencial no fuera adecuado.
Fue así, como pude repensar mi quehacer y redescubrir que los estudiantes no
debían adaptarse a mi forma de enseñar, por el contrario debía buscar la manera
de fortalecer una educación inclusiva que respondiera a la diversidad de todos
los estudiantes con y sin discapacidad o dificultades, favoreciendo un entorno
escolar en los que todos aprendan juntos, que se valoren unos a otros, que
logren solucionar conflictos y llegar acuerdos sin recurrir a la violencia, que
pudieran desarrollar habilidades sociales como la empatía, la asertividad, la alteridad
encaminados a hacer del aula un territorio de paz.
Pero, ¿cómo es mi forma de enseñar?, ¿cómo favorecer una educación inclusiva
reconociendo la diversidad en el aula?, ¿cuál era la mejor estrategia para
enseñar y que todos aprendieran?, ¿cómo abordar los ritmos individuales de
aprendizaje y lograr apoyar su aprendizaje?, ¿cómo fortalecer las prácticas
inclusivas a través de los estilos de aprendizaje?, esta fue la clave
para que surgiera la propuesta que en compañía del orientador escolar Ps.
Amilkar Brunal y la maestra Myriam Molina Se empezó a tejer y luego de
múltiples y diversas reflexiones pedagógicas, dimos forma a esta gran aventura
de rediseñar nuestra práctica y lograr que otros maestros se contagiaran de
nuevos ambientes y escenarios de aprendizaje con una mirada inclusiva.
La propuesta se aborda desde una perspectiva interdisciplinar en la cual
se trabaja una temática a través de lo que hemos denominado Unidades
Didácticas; en las que se tiene en cuenta las cuatro áreas fundamentales:
(Matemáticas, Lenguaje, C. naturales y C. sociales.), así mismo se desarrollan
las temáticas con actividades que responden a los estilos de aprendizaje
con base en las dimensiones existenciales propuestos por Manfred Max-Neef (Ser:
Tener, Hacer y Estar) traducidos en el ámbito académico en tres estilos de
aprendizaje: aprendizaje socio-afectivo, conceptual y construccional.
¿Y cómo lo hacemos?
La distribución en el aula busca romper con los esquemas tradicionales en
cuanto que el reconocimiento de la diversidad implica no solo un cambio en el
cómo enseñar sino también en la ubicación de los estudiantes dentro del aula.
Es por ello, que en la aplicación de esta estrategia se hacen diferentes
modalidades de agrupamiento de los estudiantes (por el mismo estilo de
preferencia de aprendizaje, por estilos distintos) que permite en cada equipo
de trabajo realizar las actividades correspondiente a cada fase.
Una vez identificado la temática propuesta
en cada unidad didáctica se desarrolla en los siguientes tiempos:
1. Momento socio-afectivo: en este momento se realizan
actividades con el fin de que los estudiantes perciban olores, sensaciones,
texturas, emociones acompañada de preguntas orientadoras por parte de los
docentes.
2. Momento conceptual: se realiza la actividad lluvia
o tormentas de ideas para la invención de preguntas en Matemáticas, C.
Naturales, C. Sociales, Lenguaje. Aquí los estudiantes se formulan preguntas
para cada una de las áreas y se convierten en la ruta para abordar las
temáticas de manera interdisciplinar buscando fortalecer en matemáticas la
formulación y resolución de problemas, en Lenguaje la construcción de relatos,
en C. Naturales paisaje, productos agrícolas, productos nativos, especies
vegetales, animales, en C. Sociales ubicación en mapas, clima, etc.
3. Momento construccional: se
realizan actividades que conllevan al diseño y construcción de elementos,
murales, álbumes, exposiciones en video o presenciales, elaboración de mapas
conceptuales, entre otros.
4. Momento evaluativo: uno de los aspectos a evaluar en
todas las unidades es el desarrollo de la comprensión oral y escrita, para ello
utilizamos como recurso una rúbrica que consiste identificar el nivel de
desempeño de los relatos y por ende de la comprensión escrita. La evaluación ha
sido el momento donde mayores obstáculos hemos vivenciados ya que cambiar la
manera de enseñar implica cambios en la manera de evaluar y aún falta camino
por recorrer en este sentido, el lograr que los boletines que reciben los
padres de familia den cuenta del proceso que se lleva desde la implementación
del proyecto puesto que en la actualidad responde a unos desempeños
establecidos estandarizados.
La implementación de esta estrategia nos llevó a evaluar al finalizar cada
unidad los aciertos como el trabajo colaborativo en los grupos, la concertación
y el llegar a acuerdos de manera pacífica, abordar de manera transversal las
temáticas y no de manera lineal como lo propone el plan de estudios; así mismo,
evidenciamos algunos desaciertos como pretender ajustar las temáticas del
periodo de manera lineal lo que nos originó obstáculos y caer en el error de no
adaptar el currículo a los estudiantes. Es así como se fue enriqueciendo la
propuesta hasta lo que este año y tras los replanteamientos realizados producto
de las autoevaluaciones y reflexiones pedagógicas hemos denominamos “SINAPSIS”,
Método Pedagógico.
SINAPSIS, es una
propuesta pedagógica pensada en la transformación de prácticas educativas desde
el reconocimiento de la diversidad que hay en el aula, buscando el
fortalecimiento de ambientes de aprendizaje que promuevan la participación de
todos los estudiantes en un entorno sin discriminaciones, rechazos, y en el
cuál se puedan interactuar de manera respetuosa y pacífica.
Sin duda alguna, el desarrollar este tipo de estrategia en el aula ha
permitido observar cambios en cuanto a convivencia, reflejados en el desempeño
en cuanto compromiso, aceptación, ambientes pacíficos al momento de llegar a
acuerdos, concentración en las actividades propuestas lo que no da espacio para
situaciones disruptivas, se fortaleció al autonomía e independencia,
evidenciado en las propuestas que generan como equipos, es notoria la
motivación por aprender, están pendiente cuando iniciar una unidad, se
fortalecido habilidades como el desarrollo de la comprensión oral y
escrita en los estudiantes que dan cuenta los relatos que construyen, así mismo
ha contribuido a entornos de aprendizaje que reflejan una convivencia sana
caracterizada por el respeto por el otro, el uso de la palabra, liderazgos
entre ellos con mediaciones. Otro logro evidenciado ha sido reflejado en los
simulacros realizados en el 2015 en la prueba saber del grado 5, donde se pudo
observar mejoras en los resultados obtenidos.
No ha sido un camino fácil, sin embargo la propuesta trascendió a otros
maestros y en la actualidad se implementa en los grados de 1°, 3°, 4° y 5; sin
embargo aún hay muchos maestros por conquistar y lograr transformaciones a
nivel de prácticas y concepciones en cuanto a la enseñanza buscando lograr la
interdisciplinariedad, y ante todo reconocer que hay otras formas de apoyar el
aprendizaje de los estudiantes, sus logros y su participación teniendo la
oportunidad de aprender todos juntos
Siempre soñamos con el día en que
pudiéramos hacer de nuestra práctica pedagógica un ambiente que garantizara la
participación de todos nuestros estudiantes; con y sin discapacidad o
dificultades, con y sin problemas de pandillismo, con y sin problemas de
agresión o maltrato, con y sin problemas de desplazamiento, con y sin problemas
de microtráfico, porque si es posible una educación con calidad e incluyente
pero sobre todo con “calidez”.
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