domingo, 4 de agosto de 2019

La Procastinación. ( Aplicación tres niveles de lectura)



Procastinación por autodudas
El psicólogo William Knaus nos dice que las autodudas, junto con la baja tolerancia a la tensión, son las raíces de las conductas de postergación y evitación.
La autoduda es el reflejo de un proceso autodestructivo. Ocurre cuando juzgamos nuestras habilidades como deficientes o inadecuadas. La autoduda se va desarrollando en el contexto de la vida cotidiana y nos conduce a una conclusión irracional. Por ejemplo, una de las más comunes ideas erróneas y autodestructivas que está en  la base de la autoduda y conduce a la postergación, es la creencia de que: “Todo lo que yo haga, tiene que ser hecho en forma fácil y de excelente calidad”.
Procastinación por baja tolerancia a la tensión
Tiene lugar cuando tendemos a sobre activarnos en términos emocionales, conductuales y cognitivos. También en aquellas ocasiones en que nuestras metas se hacen difíciles de lograr o cuando existe algún tipo de obstáculo o bloqueo en nuestros logros. Si algo nos produce tensión o irritación como por ejemplo, conducir con mucho tráfico, prepararnos un examen, las discusiones de pareja, etc. focalizaremos toda nuestra tensión en ese acto, por el que vamos a sentirnos muy estresados, ya que magnificamos la importancia negativa de dichos sentimientos. Por ese motivo, simultáneamente intentaremos neutralizarlos. ¿Cómo? Procurando poner fin a la tensión que estábamos experimentando en ese momento, evitando o procrastinando.
Todo esto provoca en el procastinador una sensación de caos, de no poder llegar a todo y de frustración, debido a la acumulación de tareas pendientes. También produce sentimientos de insatisfacción, inseguridad, inferioridad y estancamiento. Como consecuencia, además, se termina perdiendo la confianza y el respeto de los demás.

La lectura y sus tipos[2] Por: Zarina Durango Herazo
 Esto sugiere que el lector identifique y recupere información presente en uno o varios textos, construya su sentido global, establezca relaciones entre enunciados y evalúe su intencionalidad. Para esto se abordan tres niveles de lectura: Lectura literal, Lectura inferencial y la Lectura Crítica.
La Lectura literal es el nivel básico de lectura centrado en las ideas y la información que está explícitamente expuesta en el texto. La Lectura literal es reconocimiento de detalles (nombres, personajes, tiempos y lugar del relato), reconocimiento de la idea principal de un párrafo o del texto, identificación de secuencias de los hechos o acciones, y la identificación de relaciones de causa o efecto (identificación de razones explícitas relacionadas con los hechos o sucesos del texto).
La Lectura inferencial se constituye  en la lectura implícita del texto y requiere un alto grado de abstracción por parte del lector. Las inferencias se construyen cuando se comprende por medio de relaciones y asociaciones el significado local o global del texto. Las relaciones se establecen cuando se logra explicar las ideas del texto más allá de lo leído o manifestado explícitamente en el texto, sumando información, experiencias anteriores, a los saberes previos para llegar a formular hipótesis y nuevas ideas.
El objetivo de la lectura inferencial es la elaboración de conclusiones y se reconoce por inferir detalles adicionales, inferir ideas principales no explícitas en el texto, inferir secuencias de acciones relacionadas con la temática del texto, inferir relaciones de causa y efecto (partiendo de formulación de conjeturas e hipótesis acerca de ideas o razones), predecir acontecimientos sobre la lectura y interpretar el lenguaje figurativo a partir de la significación literal del texto.
La lectura crítica es la lectura de carácter evaluativo donde intervienen los saberes previos del lector, su criterio y el conocimiento de lo leído, tomando distancia del contenido del texto para lograr emitir juicios valorativos desde una posición documentada y sustentada. Los juicios deben centrarse en la exactitud, aceptabilidad y probabilidad; pueden ser: de adecuación y validez (compara lo escrito con otras fuentes de información), de apropiación (requiere de la evaluación relativa de las partes) y de rechazo o aceptación (depende del código moral y del sistema de valores del lector)



[1] El término se aplica en psicología para definir la sensación de ansiedad generada ante una tarea pendiente de concluir. https://www.psicoactiva.com/blog/la-procrastinacion/



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