De acuerdo con la
tradición oral recogida entre las gentes de Cartagena de Indias,
como cautivo Francisco de Campos se reencontró con la princesa Orika, joven
hija de Benkos, quien en el pasado había estado al servicio de su familia.
Ante la insistencia
de la joven, se le permitió el darle cuidado médico al prisionero herido y de
acuerdo a la tradición oral entre los dos surgió un romance.8 La pareja de amantes decidió entonces
emprender la fuga, a sabiendas de que su relación no podría continuar al
interior del palenque. Sin embargo su huida fue interrumpida cuando Francisco
fue alcanzado por una bala de arcabuz proveniente de sus perseguidores
cimarrones, muriendo en los brazos de su amada. La princesa Orika fue entonces
forzada a regresar a San Basilio, donde fue enjuiciada por su traición y condenada
a muerte.712
La joven hija
primogenia de Benkos Bioho- la princesa Orika durante su infancia y adolescencia
había estado al servicio de la familia De Campos .
Allí había conocido
al joven Francisco de Campos de quien se había enamorado en secreto. Francisco también
la amaba en secreto por temor al rechazo de su padres, Se había alistado en la cuadrilla de hombres que perseguían a Bioho
y a su cimarrones.
Ante la insistencia
de la joven, se le permitió el darle cuidado médico al prisionero herido y de
acuerdo a la tradición oral entre los dos surgió un romance.8 La pareja de amantes decidió entonces
emprender la fuga, a sabiendas de que su relación no podría continuar al
interior del palenque. Sin embargo su huida fue interrumpida cuando Francisco
fue alcanzado por una bala de arcabuz proveniente de sus perseguidores
cimarrones, muriendo en los brazos de su amada. La princesa Orika fue entonces
forzada a regresar a San Basilio, donde fue enjuiciada por su traición y condenada
a muerte.712
Benkos
Biohó - Wikipedia, la enciclopedia libre
Benkos Biohó (Islas Bijagós, segunda mitad del siglo XVI-Cartagena de Indias, 16 de marzo de 1621), también conocido como Domingo Biohó, fue un líder que comandó una rebelión de personas esclavizadas cimarrones en el Nuevo Reino de Granada en el siglo xvii, convirtiéndose en rey del pueblo libre de San Basilio de Palenque.
Nació en la región
de Biohó, una región de la que forman parte las islas Bijagós en la Guinea Portuguesa (actual Guinea Bissau), en el occidente de África.3
Era un miembro de
la etnia bijago. Su nombre de esclavo, Domingo, procedió probablemente de uno
de los mercaderes portugueses que como otros tenía hasta 1595 una licencia y
posteriormente un convenio concedidos por la corona española para
el tráfico de seres humanos capturados en África a fin de ser usados como
fuerza esclava en el Nuevo Mundo.
El nombre huertas,
recogido en la tradición oral, corresponde a un lugar al oriente del río Senegal que, así como aquellos del
territorio de Bambuque con
alrededor de trescientos poblados, era un vasallaje del pueblo masái.3
El pueblo bijago no
era favorecido por los esclavistas dado que se les adjudicaba una naturaleza
rebelde. Era común entre ellos suicidarse a bordo de los barcos negreros con el fin de evitar la
vida entre cadenas.1
Del mismo modo se
les acreditaba con una naturaleza guerrera. Descripciones contemporáneas
señalaban que cada bijago era un guerrero entrenado tanto en el uso de armas de
fuego, como el arte de la espada y el escudo.4
La sociedad bijago era
altamente equitativa. Cada isla en el archipiélago en la que el grupo étnico
habitaba era gobernada de manera independiente y era dirigida por un grupo de
ancianos, sin reconocimiento de ningún rey. Los dirigentes no se distinguían de
los gobernados y los bienes eran compartidos de manera comunal sin distinción
de estrato social o edad.4 Del mismo modo los botines de guerra
eran repartidos de manera equitativa entre las tripulaciones de los barcos de
guerra bijagos.5
Fue en este
contexto que Biohó fue capturado junto con su esposa Wiwa, su hijo mayor Sando
Biohó y su hija Orika.1
La sociedad bijago era tumultuosa y no era extraño que diversas
tripulaciones se embarcaran en la empresa de capturar esclavos, muy
posiblemente fue así que la familia de Benkos terminó a bordo de un buque
negrero europeo como propiedad del esclavista portugués Pedro Gómez Reynel.1
La familia de
esclavos arribó a Cartagena de Indias,
principal puerto del entonces Nuevo Reino de
Granada y fueron vendidos inicialmente a Juan de Palacio, sin
embargo en 1596 pasaron a manos del capitán Alonso de Campos, quien operaba al
servicio del gobernador.2
Huida
Según lo narrado
por fray Pedro Simón "por
fines de 1599 (...) comenzó un alzamiento y retiro de ciertos negros cimarrones".
La rebelión se encontraba encabezada por Domingo Biohó, nombre con el que los
españoles conocían a Benkos. El líder esclavo, descrito por Simón como "brioso,
valiente y atrevido",6 encabezó una expedición inicial de
treinta esclavos negros con dirección al arcabuco
y ciénaga de Matuna, al sur de la villa de Tolú.7
En su caza partió Juan Gómez, quien encabezaba una cuadrilla de veinte
hombres armados, con el objetivo de someter a los fugitivos. La empresa fue un
fracaso total, sufriendo los españoles una derrota brutal a manos de los cimarrones y cobrando la vida del líder
de la expedición.7 Los cimarrones de Biohó, victoriosos,
continuarían su expedición hacia los montes de María hasta
encontrar un buen terreno para asentarse; ahí establecieron empalizadas, de
estilo muy común en el África Occidental,1 fundando así el Palenque de San
Basilio.7
Ante las noticias
del fracaso de la primera expedición el entonces gobernador don Jerónimo de
Zuazo y Casasola, conformó una nueva expedición formada por
españoles y esclavos sumisos. A cargo de la expedición se encontraba el capitán
Diego Hernández Calvo, seguido por Francisco de Campos, hijo de Alonso de
Campos el otrora amo de Benkos, como subalterno. La escuadrilla esclavista fue
sorprendida por los cimarrones y derrotada de forma decisiva, hiriendo a
Francisco de Campos a quién tomaron como prisionero.
De acuerdo a la tradición oral recogida entre las gentes de Cartagena de Indias,
como cautivo Francisco de Campos se reencontró con la princesa Orika, joven
hija de Benkos, quien en el pasado había estado al servicio de su familia.Ante
la insistencia de la joven, se le permitió el darle cuidado médico al
prisionero herido y de acuerdo a la tradición oral entre los dos surgió un
romance.8 La pareja de amantes decidió entonces
emprender la fuga, a sabiendas de que su relación no podría continuar al
interior del palenque. Sin embargo su huida fue interrumpida cuando Francisco
fue alcanzado por una bala de arcabuz proveniente de sus perseguidores
cimarrones, muriendo en los brazos de su amada. La princesa Orika fue entonces
forzada a regresar a San Basilio, donde fue enjuiciada por su traición y condenada
a muerte.712
Gobierno[editar]
El rey Benkos Biohó, gobernó en
conjunción con un capitán general de nombre Lorencillo. La estructura del
palenque era de carácter militar, incluyendo un teniente de guerra, un alguacil
mayor y un tesorero; adicionalmente había un líder espiritual calificado por
los españoles de zahorí.
Los hombres de
Biohó emprendieron campañas en Cartagena, Tolú, Mompós y Tenerife;
asaltando plantaciones y rebaños de ganado a fin de reunir recursos y liberar cimarrones aliados. Nuevos alzamientos y
fugas se dieron cuando la voz del reino de negros libres comenzó a correr entre
los esclavos de la región, aumentando así en número las filas del Palenque.1
Tratado de paz y
captura[editar]
Como no pudo derrotar a los cimarrones, el gobernador de Cartagena Jerónimo de
Zuazo y Casasola ofreció el 18 de julio de 1605 un tratado de
paz a Benkos Biohó, sin embargo la paz no se concretaría sino hasta 1613,
cuando el sucesor de Zuazo, Diego
Fernández de Velasco finalmente pudo acordar una tregua.
Así se terminó reconociendo la
autonomía del Palenque
de la Matuna y aceptando el libre tránsito de los cimarrones
por la ciudad, en tanto que el palenque se comprometía a no recibir más
cimarrones, a no estimular nuevas fugas y a no usar título de rey.
A Benkos se le permitió que entrase a
la ciudad vestido como caballero según lo indica Fray Pedro Simón
Los cimarrones tuvieron licencia para que entrasen en la ciudad y
saliesen (...) como lo hacían á todas horas, y el Bioho andaba con tanta
arrogancia que demás de andar bien vestido á la española, con espada y daga
dorada, trataba su persona como un gran caballero
Pedro Simón, Noticias
historiales de las conquistas de Tierra Firme en las Indias Occidentales6
El tratado fue
violado por los españoles en 1619 cuando, andando
descuidadamente, Biohó fue sorprendido por la guardia de la muralla y apresado.
El nuevo gobernador Don García
Girón ordenó su ejecución, argumentando que era peligroso el
respeto que Biohó generaba en la población, porque «con embustes y encantos se
lleva tras de sí a todas las naciones de Guinea que hay en la ciudad». El rey
Benkos Biohó fue finalmente ahorcado y descuartizado el 16 de marzo de 1621.9
Desarrollo posterior de los palenques[editar]
Hacia finales del siglo xvii, en la zona de los Montes de María había
más de 600 cimarrones, bajo
el mando de Domingo
Padilla, que reclamaba para sí el título de «capitán» mientras su
esposa Juana adoptaba el de «virreina», y se opusieron con éxito a los intentos
de soberanía de las autoridades virreinales.
La historiadora María del Carmen
Borrego Pla, utilizando dos legajos del Archivo de Indias delimitó los
palenques que existían en los últimos veinticinco años del siglo xvii, en tres áreas geográficas
principales:3
·
Los del norte en la sierra de Luruaco compuestos por negros criollos y
conocidos con los nombres de Betancur y Matubere;
·
Los del centro en los Montes de María, con gentes de larga trayectoria
cimarrona, organizadas en cuatro palenques, aunque solamente se mencionan dos
de ellos, el de San Miguel y el del Arenal;
·
Los del sur en la serranía de San Lucas,
entre los ríos Magdalena y Nechí, conocidos como los palenques de Norosí y
Cimarrón, formados por negros criollos.
San Basilio de Palenque[editar]
Artículo principal: San Basilio de
Palenque
El después llamado San Basilio de
Palenque fue un símbolo de independencia para los esclavos
fugitivos, convirtiéndose en el primer «pueblo libre de América», por decreto
real del rey de España del
año 1713.
Allí se habla hasta hoy un idioma propio proveniente del portugués
antiguo, incluyendo algunas palabras de idiomas africanos. Los africanos
capturados hablaban en diferentes idiomas y en el barco de traficantes, para
poder comunicarse, aprendían el idioma de sus captores portugueses. Al fugarse
aún no habían aprendido el castellano y llegaban al palenque hablando en
portugués.
En 2005, el San
Basilio de Palenque fue declarado como Obra Maestra del Patrimonio Oral
e Inmaterial de la Humanidad, por la Unesco.
A unos 70 kilómetros al sur de Cartagena,
sobre cerros de valor estratégico que eran usados como puestos de vigías,
todavía se oyen los nombres de los palenques vecinos: Sincerín, Mahates,
Gambote.10
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