MI nave transistèmica me permitió transportarme cerca al lugar
de origen del gran imperio inca en el Perú,que al igual que los imperios
mesoamericanos desde muy niño me causaba mucha admiración.
Por ello
decidí emprender un nuevo viaje desde Lima hacia el cusco por uno de los caminos
ancestrales del inca.
Visitando la huaca Pucllana en Lima, entendí la necesidad
de viajar el famoso “valle sagrado de los incas” y ser testigo presencial de la
famosa leyenda de los cuatro hermanos Ayar y sus hermanas, los hijos de “Ticci Wiracocha.” el supremo dios creador de los incas, dios de los
báculos.
Las cuatro parejas originarias del pueblo inca, después
del gran diluvio que había inundado la tierra por lo cual no se podía cultivar,
partieron hacia el sureste desde
la cueva “albergue de
la creación”[1] en el cerro Tambotoco,
la montaña
sagrada Pitusiray.
Las cuatro mujeres[2]surgieron
de una de las ventanas, llamada “sin padres”[3] por
generación espontánea.
Los cuatro hermanos salieron
de otra ventana llamada “ventana rica[4]”.
Emprendieron
una larga caminata (que duraría varios años) por los valles[5] y
los arroyos de los andes para encontrar un lugar adecuado para cultivar la
planta sagrada del maíz y llevar una vida pacífica que les permitiera superar
el hambre y la pobreza de su gente.
Los ocho hermanos deciden buscar
hacia el sur-este un lugar favorable para sus propósitos. Viajan con ellos diez familias (ayllus)
con las que se dirigen hacia el sudeste (sur oriente).
Cada uno de los hermanos, al igual que sus hermanas-esposas,
habían recibido poderes especiales de su padre Wiracocha, para poder cumplir su
misión[6].
La primera pareja está conformada por Mama Huaco, asombrosa guerrera, fuerte, valiente y hermosa que tiene el poder de una boleadora
con la que puede causar deslizamientos y torrenciales descomunales y su esposo Ayar Cachi quien tiene el poder de
los rayos, puede derribar colinas con un solo tiro de su honda, o
hacer que aparezcan arroyos. El más iracundo, fornido y
hostil de los hijos del dios creador.
La segunda pareja está conformada por Ayar Uchu y Mama Ipacura
(Mama Cora). Ayar Uchu,místico y religioso, puede hablar
con Wiracocha mediante el viento, el agua, el fuego y la tierra.
Mama Cora estudia y transmite los secretos de las plantas
medicinales que su padre les entrega.
La tercera pareja está constituida por Mama Rahua y Ayar
Aucca. una semidiosa alegre y la más
laboriosa de las cuatro mujeres. Sabe tejer y en cada tela guarda la
historia de su pueblo.
Ayar Aucca es el principal apoyo de Ayar Uchu lleva
una coraza de plumas de guacamayos y tiene una fuerte conexión con los espíritus
ancestrales.
La cuarta pareja está conformada por el mayor de los
hermanos Ayar y el de mayor autoridad, Ayar Uchu ,junto a su esposa Mama Ocllo.
Él se destaca por ser astuto, sabio y un gran estratega, siempre
lleva consigo un halcón llamado Indi, al cual todos veneran y temen.
Su
esposa Mama Ocllo tiene la ternura de una madre, pero a la vez con su mirada
puede dominar a cualquier fiera. Es la encargada de integrar a las familias.
Al iniciar el viaje se
produce la primera discusiòn entre Ayar Cachi y los otros hermanos. Ayar Cachi,
haciendo alarde de su poder, de un hondazo derriba un cerro, el resto de
sus hermanos, temerosos y recelosos del poder de Ayar Cachi, planean
deshacerse de él y le ordenan regresar a las cavernas de Pacaritambo (donde nacieron), a buscar provisiones, una «napa»,
la insignia de los caballeros, semillas de maíz y unos vasos de
oro,«topacusi», que habían dejado allí en Capac Tocco.
Los otros tres hermanos lo siguen
en secreto y una vez que entra en la cueva con la ayuda de su criado (quien también
lo traiciona), Lo encierran con grandes bloques de piedra por lo cual permanece
prisionero en la cueva.
Por esto Ayar Cachi al no
poder salir,da gritos tan enérgicos que logran producir temblores en toda la región.
Ayar Cachi con sus gritos ocasiona que hasta el
cielo se sacuda tanto que el sirviente queda convertido en piedra.
Después de este episodio, los
tres hermanos Ayar siguen caminando con sus esposas por las montañas, seguidos de sus ayllus
hasta que llegaron a un monte al que llamaron Huanacauri donde hallaron
un ídolo de piedra.
Los hermanos ingresan al
lugar de adoración de ese ídolo con mucho temor. Sin embargo, Ayar Uchu desafió al ídolo al brincar sobre su parte
posterior y quedo inmediatamente petrificado, y fundido con el ídolo.
Desde ese momento sus
hermanos acordaron celebrar en su memoria la ceremonia de transición hacia la adultez (Huarachico)
Los hermanos Ayar, cansados de ser nómadas, piensan convertirse en
agricultores, por lo cual se instalan en una zona de Matagua durante algunos años,
pero no contentos después de cosechar sus cultivos, continúan su camino hacia
Tamboquiro, al pie de una colina.
Luego
intentan llegar al lugar elegido, pero tuvieron que regresar a , Quirirmanta porque los habitantes
locales se oponen una fuerte resistencia contra ellos.
En
Quirirmanta, tienen una importante reunión y deciden que Ayar Uchu debe
explorar una zona cercana, sorpresivamente veo como le salen unas grandes alas
como de cóndor y vuela hacia el lugar conocido como la pampa del Sol en cuyo
lugar aterriza y se convierte en la sagrada huaca· Huanacauri.
En el transcurso
de su búsqueda por una tierra fértil, Ayar Uchu, le ordena a Ayar Auca que se
establezca en el lugar marcado por el sitio donde cae la vara de oro que él
había recibido de Wiracocha.
Auca vuela
hacia este lugar para cumplir con la orden de su hermano Ayar Uchu, pero cuando
aterriza, convirtiéndose en piedra le insta a que cambie su nombre por el de “Manco
Cápac” en honor a la cueva de donde habían nacido.
Así es como Auca, semi petrificado,
se convierte en la primera persona en asentarse en el lugar elegido.
Así que Manco Càpac, es el
único hermano que logra llegar con su esposa Mama Ocllo y sus hermanas a Guanacancha
al valle del Cusco”,” El ombligo del mundo” la capital del gran reino inca, el imperio de las
cuatro provincias”[7] para honrar al dios Sol
“Inti” y a Wiracocha el dios creador.
Los cuatro líderes que
encabezan a las familias[8] fundadoras
a su llegada al Cusco, son Manco Cápac, Mama Huaco, Sinchi Roca y Manco Sapaca.
Me siento privilegiado presenciar tan importante gesta del
pueblo inca, pero me quedan muchos kilómetros de camino hacia otro escenario de
esta emocionante historia: El legendario lago Titicaca, frontera natural del
hermano país de Bolivia.
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