1.
INTRO MUSICAL 1 (Bogotá) AYER ME ECHARON DEL
PUEBLO
2.
En general la música acompañará los textos
hasta el final con algunos segundos de entrada y luego desciende el volumen
hasta tercer plano, en otros casos luego del intro desciende hasta desaparecer.
Ayer me echaron del pueblo
-- Musica colombiana -- Garzon y Co - YouTube
UN POLITICO DA UN DISCURSO A LOS BOGOTANOS
POLITICO: Queridos amigos, hoy vengo a exponerles mi alegría y gratitud por las
acciones que ustedes emprendieron bajo mi liderazgo para bajar los precios del
aceite, el azúcar y el arroz. Pensando en las familias más necesitadas, bajó el
precio de la panela, el café, el chocolate, incluso logramos que el precio de
la leche, los guevos, el maíz y los frijoles bajara, no tanto como deseamos,
pero son precios que bajaron un poco.
ESTEBAN:
(Ocultándose del POLITICO, grita)
¡Mentiroso!
Un acompañante del POLITICO va en busca de
Esteban y lo saca de la audiencia.
POLITICO: Si ustedes me brindan su apoyo y gano las elecciones presidenciales,
Les prometo que detendré para siempre cualquier intento por volver a subir los
precios de la canasta familiar. ¡Quienes votan por este servidor!
La audiencia grita: ¡viva!, mientras aplaude.
El POLITICO sale. La audiencia comenta lo
sucedido con Esteban y se van a buscarlo.
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2. ARTURO: Antes que me hubiera apasionado por mujer
alguna, jugué mi corazón al azar y me lo ganó la Violencia.
EFECTO 0. TRUENO
Cuando los ojos de Alicia
me trajeron la desventura, había renunciado ya a la esperanza de sentir un
afecto puro. En vano mis brazos —tediosos de libertad— se tendieron ante muchas
mujeres implorando para ellos una cadena. Nadie adivinaba mi ensueño. Seguía el
silencio en mi corazón.
ALICIA:
Con todo, ambicionaba el don divino del amor ideal, que me encendiera
espiritualmente, para que mi alma destellara en mi cuerpo como la llama sobre
el leño que la alimenta.
ARTURO:
Luego, cuando la arrojaron del seno de su familia y el juez le declaró a mi
abogado que me hundiría en la cárcel, le dije una noche, en su escondite,
resueltamente:
ARTURO Y ALICIA: «¿Cómo podría desampararte? ¡Huyamos! Toma mi
suerte, pero dame el amor». ¡Y huimos!
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3. EFECTO 1 (Carreras, persecución, percusión)
ESCENA PAREJAS HUYENDO CON COSTALES, CAJAS Y
COROTOS. LOS HERMANOS DE ALICIA LOS SIGUEN. 401
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4. ARTURO: De Bogotá partíamos hacia Villavicencio cruzando en principio por
Chipaque y Cáqueza.
CAMPESINO: Eso quédense que esta noche hay baile y guarapo. (les sirve guarapo)
MUSICA 2.
BAILE CUNDI BOYACENSE.
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5. ALICIA: Luego fueron Quetame y Guayabetal los lugares que nos albergaron.
EFECTO 2: RANAS. BALSA CRUZANDO (302) Y AVES AL
FONDO (201). ANA PATRICIA SANCHEZ.
En el hermoso país de
los Muiscas, hace mucho tiempo, todo estaba listo para un gran acontecimiento.
No se escuchaba un solo sonido; era tal la solemnidad del momento, que sólo se
oía el croar de las ranas, animales sagrados para ellos, los gorjeos de los
pájaros y el veloz correr de los venados.
El futuro Zipa fue
despojado de las ropas y su cuerpo untado con trementina, sustancia pegajosa,
para que se fijara el oro en polvo con que lo
recubrían constantemente.
La balsa se deslizó suavemente hacia el centro de la laguna de
Guatavita. Fue allí cuando, después de invocar a la diosa de las aguas y a los
dioses protectores, el heredero se zambulló en las profundidades.
Pasaron
unos segundos en los que solamente se veían los círculos del agua donde se
había hundido; todo el pueblo contuvo la respiración, el tiempo pareció
detenerse; por fin, emergió triunfal y solemne el nuevo monarca; el baño ritual
lo consagraba como cacique.
La
supuesta existencia de un reino dorado motivó numerosas expediciones
españolas y se mantuvo vigente hasta el siglo XIX, aunque su localización
se fue trasladando ingeniosamente desde Colombia hasta las selvas en lo
profundo de las Guayanas.
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6. MUSICA 3 COMO NO VOY A DECIRLO.
ALICIA:
Nos entrenemos en cada pueblo con cada historia que tienen los campesinos para
contar, pero aún faltan Pipiral y Buenavista antes de llegar a Villavicencio, y
es preciso pasar de noche por los pueblos en previsión de que no nos detengan
las autoridades.
ARTURO:
Por el camino, varias veces intenté romper el alambre del telégrafo,
enlazándolo con la soga de mi caballo; pero desistí de tal empresa por el deseo
íntimo de que alguien me capturara y, librándome de Alicia, me devolviera esa
libertad del espíritu que nunca se pierde en la reclusión.
El lazo que a las mujeres
me une, lo anuda el hastío.
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7. MUSICA 4 HIMNO DEL META (Ay mi llanura
Ay Mi Llanura - Joaquin
Rico / [ Discos Fuentes ] (Video Oficial) - YouTube)
Imagen la presencia del llano. 401
EFECTO 3 GRILLOS.
ESCENA MITOS Y LEYENDAS: LA LLORONA.
CUADROS VIVOS 302. 2 JAGUARES MERODEAN 201.
CLARA SUAREZ Y KOSCYUZCA MARTINEZ
Cuenta la leyenda que,
durante la guerra civil, siendo presidente de Colombia José Ignacio de Márquez,
con motivo de las pretensiones del presidente Ecuatoriano Juan José Flores, de
quitarle a nuestra patria, los territorios que hoy forman los departamentos de
Nariño, Cauca y Valle del cauca; se estableció en la Villa de las Palmas o
Purificación, un Comando General, donde se concentraba ejército de distintas
partes del país.
Uno de sus capitanes, de
conducta poco recomendable, se instaló con su esposa en esta villa; estuvo allí
varios días, pero su vida era la guerra, así que alisto sus armas, organizó
viaje y abandonó a su mujer para seguir en la lucha, ella mientras tanto
sobrevivía de la costura.
Al
correr del tiempo las gentes hicieron circular la noticia de la muerte del
capitán y la pobre señora guardó luto riguroso por un año hasta que un militar,
como su difunto marido, la busca por que la pretende.
La
viuda convencida de las afirmaciones sobre la muerte de su marido, creyó
encontrar en aquel nuevo amor un consuelo para su pena, aceptó al joven y vivió
con él.
Aquella
aventura dejó huellas imborrables en la atribulada mujer, porque un buen día
sintió palpitar en sus entrañas el fruto de su amor.
Sin
embargo, un triste día, el militar inspirador de este amor también se perdió.
El
tiempo transcurría sin tener noticias de su amado. La añoranza se tornaba
tierna al comprobar que se cumplían las nueve lunas de su gestación.
Un
batallón de combatientes regresaba del sur el mismo día que la costurera daba a
luz un niño flacuchento y pálido.
Al
atardecer de aquel mismo día, llegó corriendo a su casa una vecina amiga, a
informarle que su esposo el capitán, no había muerto, porque sin temor a
equivocarse, lo acababa de ver entre el cuerpo de tropa que arribaba al
campamento.
Se
levantó decidida de su cama, cogió al recién nacido, lo abrigó bien, le agarró
fuertemente contra su pecho creyendo que se lo arrebatarían y sin cerrar la puerta
abandonó la choza, corriendo con dificultad. Se encaminó por un sendero oscuro
bordeado de arbustos y protegida por el manto negro de la noche.
Al
terminar la vereda encontró el primer riachuelo, pero ya la mujer no
veía. Penetró a la corriente impetuosa que la arrolló rápidamente. Las
aguas bramaron. En sus estrepitosos rugidos parecía percibirse el lamento de
una mujer llamando a su hijo.
Después
de tan terrible situación, de las profundidades del río, emerge su ánima
angustiada, que no renuncia a rescatar del río al hijo que ha perdido. Dedica
las noches a buscar en charcos profundos, lagunas, quebradas y cañadas, donde
se oye su chapaleo y los desgarradores quejidos llenos de dolor llamando a su
hijo, ¡Ayyyyyyy Miiiiiiiii Hijooooooo!.
ALICIA: Hasta
Villavicencio llegaron mis hermanos por lo que escapamos hacia el Casanare
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8. MUSICA 5. (Casanare) El tacamajaca-Joaquin
Rico 03.El Tacamajaca - Joaquin
E. Rico - YouTube
EFECTO 5 SILVIDOS BUHOS
ALICIA:
Nos guarecimos en una enramada donde funcionaba un trapiche. Allí unas mujeres
aderezaron la cena y me dieron un cocimiento de yerbas para calmarme la fiebre.
Allí permanecimos una semana.
…
ALICIA:
«¿dejarás de ser para mí el hombre que me sacó de la inexperiencia para
entregarme a la desgracia? ¿Cómo podré olvidar el papel que has desempeñado en
mi vida? ¿Cómo podrás pagarme lo que me debes?
No será enamorando a las
campesinas de las posadas ni haciéndome ansiar tu apoyo para abandonarme
después. Pero si esto es lo que piensas, no te alejes de Bogotá, porque ya me
conoces. ¡Tú responderás!».
ARTURO:
—¿Y sabes que soy ridículamente pobre?
ALICIA:
—Demasiado me lo repitieron cuando me visitabas. El amparo que ahora te pido no
es el de tu dinero, sino el de tu corazón.
ARTURO:
—¿Por qué me imploras lo que me apresuré a ofrecerte de manera espontánea? Por
ti dejé todo, y me lancé a la aventura, cualesquiera que fuesen los resultados.
¿Pero tendrás valor de sufrir y confiar?
ALICIA:
—¿No hice por ti todos los sacrificios?
ARTURO:
—Pero le temes a Casanare.
ALICIA:
—Le temo por ti.
ARTURO:
—¡La adversidad es una sola, y nosotros seremos dos!
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9. EFECTO 6. GALOPES Y RELINCHOS.
ARTURO:
Una tarde me advirtió Alicia que pasábamos por huéspedes sospechosos. La dueña
de casa le había preguntado si éramos hermanos, esposos legítimos o meros
amigos. Al siguiente día partimos antes del amanecer.
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8. EFECTO 7 AMANECER
ARTURO:
—¿No crees, Alicia, que vamos huyendo de un fantasma cuyo poder se lo atribuimos
nosotros mismos? ¿No sería mejor regresar?
ALICIA:
—¡Tanto me hablas de eso, que estoy convencida de que te canso! ¿Para qué me
trajiste? Porque la idea partió de ti. ¡Vete, déjame! ¡Ni tú, ni Casanare
merecen la pena! —¡Déjame! — ¡De ti no quiero nada! ¡Me voy a pie, a buscar por
estos caminos un alma caritativa! ¡Infame! Nada quiero de ti.
ARTURO:
—Alicia, esto me prueba que no me has querido nunca.
ALICIA:
—¡Nunca! —¿Crees que no advertí tus persecuciones a la muchacha de allá abajo?
¡Y tanto disimulo para seducirla! Y alegarme que la demora obedecía a
quebrantos de mi salud. Si esto es ahora, ¿qué no será después? ¡Déjame! ¡A
Casanare, no más, y contigo, ni al cielo!
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9. EFECTO 8. PASO DE RESES
ALICIA:
—¿Ha vivido usted en Casanare? —
RAFA:
—Sí, y conozco el Llano y las caucherías del Amazonas. Mucho tigre y mucha
culebra he matado con la ayuda de Dios.
NG:
Prosigan, que ¡Los perros no muerden, ya mordieron!
ARTURO:
—Perdone usted —
NG:
—Tienen a sus órdenes el rancho y la persona. —¿Ya les trajeron café?
ALICIA:
—Se pone usted en molestias…
NG:
—Tiana, Bastiana, ¿qué hubo? (a Alicia)
¿Los diamantes de sus zarcillos son “legales” y trae otros para vender?
ALICIA:
—Señora, si le gustan…
NG:
—Se los cambio por una máquina de coser.
RAFA:
—Siempre avispada para el negocio-
NG:
¡Naa! Es que nos estamos recogiendo pa dejá la tierra. Barrera vino a llevar
gente para las caucherías del Vichada. —Es la ocasión de mejorá: dan
alimentación y cinco pesos por día. Así se lo he dicho a Franco, mi marido.
RAFA:
¿Y qué Barrera es el enganchador?
NG: Narciso
Barrera, que ha treido mercancías y morrocotas de oro pa da y convidá.
RAFA:
—¿Se confían ustedes de esa ficha?
NG:
—Cáyese, don Rafa. ¡Cuidao con desanimá a Fidel! ¡Si le ta ofreciendo plata
anticipáa y no se resuelve a dejá este pastizal! ¡Quere ma a las vacas que a la
mujé!
RAFA:
Niña Griselda, ese viaje puede resultar un percance.
NG: Rafa, el que no arriesga no pasa el ma. Ora
dígame ustees si valdrá la pena un enganche que los ha entusiasmao a toos.
Porque ayí en el hato no va a queá gente. Ha tenío que bregales el viejo pa que
le ayuden a terminá los trabajos de ganao. ¡Nadie quere hacer naa!
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10. MUSICA 6 YO SOY EL PROPIO LLANERO. JOSELIT FG Yo Soy El Propio LLanero
- Joseito Herrera - YouTube
LLEGA
FRANCO, SALUDA A SU ESPOSA Y CONOCE A ARTURO Y ALICIA.
ARTURO:
—¿Usted es oriundo de Antioquia?
FRANCO:
—Sí, señor. Hice algunos estudios en Bogotá, ingresé luego en el ejército, me
destinaron a la guarnición de Arauca y de allí deserté… por un disgusto con mi
capitán.
Desde entonces vine con
Griselda a calentar este rancho, que no dejaré por nada en la vida, ¡por nada
en la vida!
ARTURO:
Ante la trampa de Barrera del próximo viaje a las caucherías ninguno piensa en
trabajar en esta tierra porque se sienten en vísperas de ser ricos.
RAFA:
El viejo Zubieta, el dueño del hato, da mil o más toros, a bajo precio, a
condición de que los enlacemos y los arriemos, pero exige seguridades.
FRANCO:
Arriesgo mis tierras para ese fin. Es la oportunidad de asociarnos: la ganancia
será cuantiosa.
ARTURO:
Franco —¡Haré lo que ustedes quieran! Alicia, —¡Ese dinero será para ti!
RAFA: Doy
mis caballos como aporte.
FRANCO:
Galopo hasta Arauca a exigir la cancelación de unas deudas. Puedo reunir hasta
mil pesos.
ARTURO: —Tengo
treinta libras en el bolsillo. ¡Aquí están! Sólo resto algo para ciertos gastos
de Alicia y para pagar nuestra permanencia en esta casa.
FRANCO:
—¡Muy bien! Marcho dentro de tres días, y aquí me tendrán a mediados del mes
entrante, antes de las grandes lluvias, porque ya el invierno se acerca. A
fines de junio llegaremos a Villavicencio con el ganado. ¡Luego, a Bogotá, a
Bogotá!
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11. EFECTOS TRUENOS, LLUVIA SUAVE Y CACAREOS
NG:
—¡Estas condenaas no dejan ni dormí!
ARTURO:
—Mulata: ¿cuál es tu tierra?
NG:
—Esta onde me hayo.
ARTURO:
—¿Eres colombiana de nacimiento?
NG:
—Yo soy únicamente yanera, del lao de Manare. ¡Yo soy de todas estas yanuras!
¡Pa qué·más patria, si son tan beyas y tan dilataas! Bien dice el dicho: «¿Ónde
ta tu Dios? ¡Onde te salga el sol!».
Beben y luego se besan
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12. SUEÑO DE ARTURO: LA PATASOLA. JAGUARES
MERODEAN 201
MUSICA 7 CHICHA LIBRE SONIDO AMAZONICO. SOFIA MORENO.
Cuenta
la leyenda que, un humilde campesino tenía como esposa una mujer muy linda,
vivía con ella junto con sus tres hijos en una parcela que alquilaban.
Cierto
día, el dueño de la hacienda se fijó en la esposa del campesino, por lo que
empezó a darle los trabajos más alejados del rancho.
El
esposo empezó a sospechar y se puso a pensar sobre el asunto y se decía:
"...si
yo pudiera convencerme de que mi mujer me engaña con el patrón, que me perdone
Dios, porque no respondo de lo que suceda...".
Luego planeó una prueba y se dirigió a su vivienda.
Allí le contó a su esposa que se iba para el pueblo porque su patrón lo mandaba
por la correspondencia; que no regresaba esa noche. A galope tendido salió por
diversos lugares para matar el tiempo. Llegó a la cantina y apuró unos tragos
de aguardiente.
A
eso de las nueve de la noche se fue a pie por entre el monte y los deshechos a
espiar a su mujer.
Esa
noche la mujer no salió, pero llegó el patrón a visitarla. Cuando el rico
hacendado llegó a la puerta, la mujer salió a recibirlo y se arrojó en sus
brazos besándolo y acariciándolo.
El
enfurecido esposo que estaba viendo todo, brincó con la peinilla en alto pero
el enamorado logró librarse del lance y escapo.
La
mujer, entre sorprendida y horrorizada quiso salir huyendo, pero el energúmeno
marido accidentalmente le asestó tremendo peinillazo al cuadril que le bajo la
pierna como si fuera la rama de un árbol. Ella murió al rato.
Al
vaquero le sentenciaron a cárcel, pero cuando salió, volvió y le prendió fuego
a la casa.
Las
personas aseguran haber visto a la mujer saltando en una sola pata, por
sierras, cañadas y caminos, destilando sangre y lanzando gritos aterradores
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13. SILENCIO. SELVA.
ARTURO:
¿con quién tiene cita Barrera?
RAFA:
No sé bien con cuál es.
ARTURO:
¿Con ambas?
RAFA:
Así será.
ARTURO:
¿Barrera es un caballero generoso?
RAFA:
Dice que da cuanta mercancía quiera el solicitante y lo hace firmar en un
libro.
ARTURO:
¿Y cuánto dinero te dio?
RAFA:
Cinco pesos, pero me cogió recibo por diez. Me tiene ofrecía una muda nueva, y
nada que me ha dado. Así con todos. Ya despachó gente hacia San Pedro de
Arimena, pa que le alisten bongos pa cargar caucho.
RAFA:
—¿Usted piensa matar al hombre?
ARTURO:
¡No, no! Sólo quiero saber a qué viene.
RAFA:
¿Y si es a toparse con su mujercita?
ARTURO:
Tampoco.
RAFA:
Pero eso le quedaría feo a usté.
ARTURO:
¿Crees que debo matarlo?
RAFA:
Esas son cosas suyas.
Ingresa la Niña Griselda.
NG:
¿Qué tas haciendo?
ARTURO:
Aguardo a Barrera, que amaneció por aquí.
NG:
¡Exagerao! ¡Exagerao!
ARTURO:
Oiga, niña Griselda: ¿cuánto le debemos?
NG:
¡Cristiano! ¿Qué me decís?
ARTURO:
Lo que oye. La casa de usted no es para gentes honradas. Ni a usted le conviene
echarse en el pajonal teniendo su barbacoa.
NG:
¡Ponele freno a tu lengua! Tas bebío.
ARTURO:
Pero no con el licor que le trajo Barrera.
NG:
¿Acaso fue pa mí?
ARTURO:
¿Quiere usted decir que fue para Alicia?
NG:
Vos no la podés obligá ni a que te quera ni a que te siga, porque el cariño es
como el viento: sopla pa cualquier lao.
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14. MUSICA: EL PORENO - POR ANDAR DE ENAMORAO
ARTURO:
—¿Comprendes lo que está pasando por ti? ¡Vámonos! ¡Aprisa! ¡Aprisa!
ALICIA:
—¡Arturo, por Dios!…
ARTURO:
—¡Me voy a matar a Barrera en presencia tuya!
ALICIA:
—¡Cómo vas a cometer un crimen!
ARTURO:
—¡No llores! ¿Te dueles ya del muerto?
ALICIA:
—¡Dios mío!… ¡Socorro!
ARTURO:
—¡Matarlo! ¡Matarlo! ¡Y después a ti, y a mí y a todos! ¡No estoy loco! ¡Ni
tampoco digan que estoy borracho! ¿Loco? ¡No! ¡Mientes! ¡Loco, no!
¡Quítame ese ardor que me
quema el cerebro!
NG:
—¡Calma, calma, por lo más querío! Soy yo. ¿No me conocés?
ARTURO:
—¡Alcahueta! ¡Alcahueta! — (le da un
puñetazo a la Niña Griselda)
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15. MUSICA 8. JOROPO MUSICA LLANERA SOLO
EXITOS - PURO JOROPO - YouTube CURSO DECIMO
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16. ARTURO: —Franco —yo no soy digno de tu amistad. ¡Yo le pegué a la niña
Griselda!
FRANCO:
¿Alguna falta que te cometió? ¿A tu señora? ¿A ti?
ARTURO:
¡No, no! Me emborraché y las ofendí a ambas, sin motivo alguno. Hace ya siete
días que las dejé solas. ¡Dispara contra mí tu carabina!... ¿Dónde está Alicia?
¿Dónde está mi Alicia?
FRANCO:
¡Se jueron! ¡Se jueron y nos dejaron!
ARTURO:
¿Alicia? ¿Alicia? ¿Qué estás diciendo?
FRANCO:
¡Se la yevó la niña Griselda! Alicia y Griselda son dos vagabundas, con otras
mejores las reemplazamos.
Música
9. A USTED. REYNALDO ARMAS A usted (reynaldo armas)
(llanera) (letra) - YouTube
ARTURO:
¡Alicia!
FRANCO:
¡Griselda!
ARTURO:
Partimos enloquecidos para darles alcance y muerte. Entonces fue cuando Franco
le prendió fuego a su propia casa. ¡En medio de las llamas empecé a reír como
Satanás! ¡Déjame huir selva!
Remontamos
el río, cruzándolo frente a Caviona, un poco más arriba de las lagunas. Por
allí va una senda terrestre para el Vichada y en recorrerla se gastan siete
días. Hay que llevar a cuestas el equipo.
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17. EFECTO 9 ZANCUDOS
ARTURO:
Llegamos a las márgenes del río Vichada derrotados por los zancudos. Con el
agua a la cintura seguíamos el derrotero de los baquianos, bañada en sudor la
frente y húmedas las maletas que portábamos a la espalda, famélicos,
macilentos, sin hoguera, sin lecho, sin protección.
Cuando al octavo día me
señalaron el monte del Vichada, me sobrecogió intenso temblor me adelanté con
el arma al brazo, esperando encontrar a Alicia y a Barrera en sensual coloquio,
para caerles de sorpresa …
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18. EFECTO 10 CASCADA
FRANCO:
Mi vida aquí sacrificada por su capricho. Ni siquiera había sido leal cuando
pretendió disfrazarse y decirme que era hombre rico, cuando la penuria lo
denunciaba; decirme que era casado, cuando Alicia revelaba en sus actitudes la
indecisión de la concubina. ¡Y celarla como a una virgen después de haberla
encanallado y pervertido! ¡Y desgañitarse porque otro se la llevaba, cuando
usted Arturo, al raptarla, la había iniciado en la perfidia ¡Todo por ser usted
un desequilibrado mental!
ARTURO:
¡So estúpido! ¿En dónde está mi desequilibrio? ¡Lo que voy haciendo por Alicia
lo hiciste ya por la Griselda! ¿Crees que no lo sabía? ¡Por ella asesinaste a
tu capitán! ¡No está lo malo en tener querida, sino en casarse con ella!
FRANCO:
Yo no le di muerte a mi capitán. Lo apuñaló la Griselda.
ESCENA MITOS Y LEYENDAS EL SILBON. JAGUARES AL
FONDO (201)
NATALIA
MORENO.
Cuenta
la leyenda que hace mucho tiempo vivía por los llanos un joven que apodaban
Silbón, porque se la pasaba silbando mientras caminaba. Pasaba su vida, de
cantina en cantina desperdiciando su tiempo.
Cierto
día en casa de sus padres, al sentarse a la mesa, enfureció al ver que le
servían alimentos que a él no le gustaban. Lanzó la comida al piso diciendo: “Lo
que yo quiero comer, es Asaduras, vísceras de venado”
Su
padre preparo su escopeta y el cuchillo de caza y partió a la selva a buscar el
dichoso venado para contentar a su hijo. Pero a pesar de su destreza y
conocimientos en la caza, le fue imposible capturar al preciado animal. Después
de varias horas emprendió el regreso a casa.
Mientras
tanto, el joven silbón que llevaba varias horas bebiendo y totalmente
alicorado, decide irse para su casa. En el camino de regreso se encontró con su
padre, que regresaba de la cacería fallida.
Sin
oír razones y en medio de su borrachera, silbón golpeo brutalmente a su padre;
cuando este cayó al suelo, lo mato.
Al
llegar a casa sus abuelos y hermanos lo recibieron y la abuela le pregunto:
¿Qué le paso al padre? A lo que él sin ningún arrepentimiento le contestó: lo
maté.
Su
abuela, lo maldijo diciendo: “maldito eres, para toda la eternidad”, luego le
azuzó el perro "tureco" (perro demoniaco) que hasta el fin del mundo
lo persigue y le muerde los talones.
La
tradición explica que, al llegar el silbón a una casa en las horas nocturnas,
descarga un costal con los huesos secos de su padre. Si las personas lo
escuchan no pasa nada, pero si nadie lo escucha, entonces un miembro de la
familia muere al amanecer.
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19. MUSICA 10. BRISA DEL AGUACERO--ELISA
GUERRERO. Elisa
Guerrero - Brisas De Aguacero - YouTube
ENCUENTRAN A DON CLEMENTE LIMPIANDO SUS
HERIDAS.
RAFA:
¡Este viejo es el responsable! ¡Perdió el rumbo por querer largarse para el
Vaupés! ¡Viejo remalo, viejo bandido, nos llevabas con engañifas para vendernos
quién sabe dónde!
DON CLEMENTE: ¿Quieren matarme? ¿Cómo podrían andar sin mí? ¡Yo soy la esperanza!
RAFA:
¡Sí, es preciso que viva para que nos conduzca!
FRANCO:
¡Pero sin soltarlo, porque se nos va!
DON CLEMENTE: ¿Para qué se pusieron a pensar en el extravío?
¿No los había instruido una y otra vez en la urgencia de desechar esa
tentación, que la espesura infunde en el hombre para trastornarlo? Les aconseje
no mirar los árboles, porque hacen señas, ni escuchar los murmurios, porque
dicen cosas, ni pronunciar palabra, porque los ramajes remedan la voz. Lejos de
acatar esas instrucciones, entraron en chanzas con la floresta y les vino el
embrujamiento, que se trasmite como por contagio.
ARTURO:
¿Esas lacraduras de qué provienen?
DON CLEMENTE: Ay, señor, parece increíble. Son picaduras de sanguijuelas. Por vivir
en las ciénagas picando goma, esa maldita plaga nos atosiga, y mientras el
cauchero sangra los árboles, las sanguijuelas lo sangran a uno. La selva se
defiende de sus verdugos, y al fin el hombre resulta vencido.
ARTURO:
A juzgar por usted, el duelo es a muerte.
DON
CLEMENTE: Eso sin contar los
zancudos y las hormigas. Algo peor todavía: la selva trastorna al hombre,
desarrollándole los instintos más inhumanos: la crueldad invade las almas, y la
codicia quema como fiebre y el olor del caucho produce la locura de tener
millones.
FRANCO:
La mayoría de trabajadores está compuesto, en su mayor parte, de indígenas y
enganchados. Cada individuo tiene una cuenta en la que se le cargan las
baratijas que le venden y se le abona el caucho a un precio irrisorio que el
amo señala. Jamás cauchero alguno sabe cuánto le cuesta lo que recibe ni cuánto
le abonan por lo que entrega, pues la mira del empresario está en guardar el
modo de ser siempre el dueño.
DON CLEMENTE: Por su lado, los capataces inventan diversas formas de estafa: mandan
a trabajar a caños pobrísimos, donde no pueden sacar la goma exigida, y esto da
motivo a insultos y a latigazos, cuando no a balas de wínchester. Y con decir
que a fulano lo pico una picura o que murió de fiebre, se arregla el cuento.
«¡Y
he trabajado dieciséis años! ¡Dieciséis años de miseria!
¡Mas
poseo un tesoro que vale un mundo, que no pueden robarme, que llevaré a mi
tierra si llego a ser libre: un cajoncito lleno de huesos!
ARTURO:
¿Cuál es su historia, Don Clemente?
DON CLEMENTE: Para poder contar mi historia, tendría que perder el pudor de mis
desventuras.
20. MUSICA 11. A ORILLAS DEL RIO APURE--CARRAO
DE PALMARITO A
Orilla del Río Apure - YouTube
DON CLEMENTE: Llegamos al pueblecito de San Fernando, que cuenta apenas sesenta
casas, se dan cita tres grandes ríos que lo enriquecen: a la izquierda, el
Atabapo de aguas rojizas y arenas blancas; al frente, el Guaviare; a la
derecha, el Orinoco, de onda imperial. ¡Alrededor, la selva, la selva! «Todos
estos ríos presenciaron la muerte de los caucheros que mató Funes el 8 de mayo
de 1913.
Y no pienses que al decir
“Funes” he nombrado a persona única. Funes es un sistema, un estado de alma, es
la sed de oro, es la envidia sórdida. Muchos son Funes, aunque lleve uno solo
el nombre fatídico.
FRANCO:
Un sino de fracaso y maldición persigue a cuantos explotan la mina verde. La
selva los aniquila, la selva los retiene, la selva los llama para tragárselos.
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21. MUSICA 12. PAJAROS. BOMBA ESTEREO.
https://www.google.com/search?q=pajaros+bomba+estereo&rlz=1C1YTUH_esCO1079CO1079&sca_esv=00567827e142d3fb&sca_upv=1&cs=0&biw=1366&bih=607&tbm=vid&ei=S68JZqDeEvWeptQPzLOvsAo&oq=PAJAROS+bomba+&gs_lp=Eg1nd3Mtd2l6LXZpZGVvIg5QQUpBUk9TIGJvbWJhICoCCAAyBRAAGIAEMgYQABgWGB5IjokBUOQ8WKpwcAB4AJABAJgBrgGgAZoPqgEEMC4xNbgBAcgBAPgBAZgCD6ACyRDCAgUQIRigAcICBRAhGJ8FwgILEAAYgAQYsQMYgwHCAggQABiABBixA8ICDhAAGIAEGIoFGLEDGIMBwgIKEAAYgAQYigUYQ8ICDRAAGIAEGIoFGEMYsQPCAhAQABiABBiKBRhDGLEDGIMBwgIHEAAYgAQYCsICCBAAGBYYHhgPmAMAiAYBkgcEMC4xNaAH80k&sclient=gws-wiz-video#fpstate=ive&vld=cid:be29df8a,vid:UcxkpZq499U,st:0
ARTURO: Los Ticuna me informaron que Barrera estaba en
la orilla oriental del río Yurubaxí. Al verme, se abalanzó a coger el arma. Me
interpuse. Y empezó entre los dos la lucha tremenda, muda, titánica.
En
supremo ímpetu, con mis dientes lo ensangrenté, y, rabiosamente, lo sumergí en
el río para asfixiarlo como a un pichón.
¡Entonces
presencié el espectáculo más terrible, más pavoroso, más detestable: millones
de pirañas o caribes acudieron sobre el herido, entre un temblor de aletas y
centelleos, y aunque él manoteaba y se defendía, ¡lo descarnaron en un segundo!
Allí
quedó, allí estaba cuando corrí a buscar a Alicia, y, alzándola en mis brazos,
se lo conté. Quedaban libres del dueño de su cautiverio. Lívida, exánime,
acostamos a Alicia en el fondo de la canoa, con síntomas de aborto.
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22. ALICIA: Antenoche, entre la miseria, la oscuridad y el desamparo, nació el
pequeñuelo sietemesino. Su primera queja, su primer grito, su primer llanto
fueron para las selvas inhumanas ¡Vivirá! ¡Me lo llevaré en una canoa por estos
ríos, en pos de mi tierra, lejos del dolor y la esclavitud!
ARTURO:
Ayer aconteció lo que preveíamos: la lancha del Naranjal vino a tirotearnos, a
someternos, a recuperar lo que perdió Barrera. Mañana volverá.
Hoy se acerca una cuadrilla
de apestados ¡Imposible! ¡Peligraría la salud de Alicia! ¡Pueden contagiar a mi
hijo!
FRANCO:
Sí, es mejor dejar este rancho y guarecernos en la selva, dando tiempo a que
llegue Don Clemente. Improvisaremos algún refugio a corta distancia de aquí,
donde sea fácil a nuestro amigo encontrarnos y se consiga leche de seje para el
niño.
ARTURO: ¡Que
preparen la camilla donde vaya acostada la joven madre! La llevarán en peso
Franco y Rafa. La niña Griselda portará la escasa ración. Yo marcharé adelante,
con mi primogénito bajo la ruana. ¡Y los perros Martel y dólar, detrás!
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23. ARTURO: (Escribe) Don Clemente:
sentimos no esperarlo en el barracón de Manuel Cardoso, porque los apestados se
nos acercan de nuevo. Aquí le dejo este libro, para que en él se entere de
nuestra ruta por medio del croquis que dibujé. Cuide mucho estos manuscritos y
póngalos en manos del Cónsul. Son la historia nuestra, la desolada historia de
los caucheros. ¡Cuánta página en blanco, cuánta cosa que no se dijo!
¡Nos vamos, pues ¡En nombre
de Dios!
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24. YUN CHE CHE RITUAL DE CICLO I. DANZA RITUAL TIKUNA DE LA CREACION DE LA
VIDA.
El último cable de nuestro
Cónsul, dirigido al señor ministro y relacionado con la suerte de Arturo Cova y
sus compañeros, dice textualmente:
«Hace cinco meses búscalos
en vano Clemente Silva.
«Ni rastro de ellos.
«¡Los devoró la selva!»
Adaptación: Pablo Rubiano
Prieto. 2024.
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