Amilkar A. Brunal
Yo procedía de un “Mundo feliz” en el que había nacido como
Axxis Quest al elegir esta personalidad en el momento de la transición la a
vida adulta, a mediados del siglo XXIII (año 125 Pospandemia: P.P), se había
sustituido a la familia, por comunidades sociales funcionales, en donde la
crianza y educación de todos los menores, eran responsabilidad colectiva de
manera indiscriminada (éramos hijos de todos). Los padres, no conocían quienes
eran sus hijos biológicos y los hijos tampoco sabíamos quienes eran nuestros
padres pues se practicaba sistemáticamente el intercambio aleatorio con otras
comunas con el propósito de disminuir el apego personal y fomentar la empatía
hacia todos los niños por igual.
Programo
en la “Nave Transistèmica”, las coordenadas Latitud:
N 59° 19' 57.29" Longitud: E 18° 3' 53.64" de la ciudad de Estocolmo (Suecia) en
el invierno de 1982. El Rey Carlos Gustavo XVI de Suecia (curiosamente
reconocido públicamente por su dislexia) y la reina Silvia, en nombre de la
academia sueca le entregarían los premios Nobel a seis científicos y un
escritor, en la Casa de Conciertos de la capital nórdica.
Necesito sobreponerme a las náuseas producidas por el viaje por unos
momentos cerrando los ojos y manteniendo la cabeza entre las piernas.
La ciudad sueca en pleno invierno, no podía ser más extraña para los
visitantes del trópico que atravesaron el armario de Narnia, personas tan
abrigadas que no se podía saber si eran hombres o mujeres, sorprendían a los
colombianos.
El 8 de
diciembre, (Dos días antes de la entrega del premio Nobel) García Márquez leía
ante la Academia Sueca de las Letras, un discurso de 40 minutos titulado “La Soledad de América Latina[1]”, que despertó
aplausos, pero también grandes críticas por su contenido político.
Tranquilamente presencio el discurso de recepción
del premio, camuflado como parte del personal de acomodadores del salón azul.
En ese discurso titulado: “soledad de América latina”, abordó temas como
las pobrezas, las violaciones a los derechos humanos y los problemas de
desarrollo de Latinoamérica. Fue aplaudido durante varios minutos:
Mientras tanto 20 millones de niños latinoamericanos
morían antes de cumplir dos años, que son más de cuantos han nacido en Europa
occidental desde 1970.Los desaparecidos por motivos de la represión son casi
los 120 mil, que es como si hoy no se supiera dónde están todos los habitantes
de la ciudad de Upsala[2]. Numerosas mujeres
arrestadas encintas dieron a luz en cárceles argentinas, pero aún se ignora el paradero
y la identidad de sus hijos, que fueron dados en adopción clandestina o
internados en orfanatos por las autoridades militares. Por no querer que las
cosas siguieran así han muerto cerca de 200 mil mujeres y hombres en todo el
continente, y más de 100 mil perecieron en tres pequeños y voluntariosos países
de la América Central, Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Si esto fuera en los
Estados Unidos, la cifra proporcional sería de un millón 600 mil muertes
violentas en cuatro años.
De Chile, país de tradiciones hospitalarias, ha huido un
millón de personas: el 10 por ciento de su población. El Uruguay, una nación
minúscula de dos y medio millones de habitantes que se consideraba como el país
más civilizado del continente, ha perdido en el destierro a uno de cada cinco
ciudadanos. La guerra civil en El Salvador ha causado desde 1979 casi un
refugiado cada 20 minutos. El país que se pudiera hacer con todos los exiliados
y emigrados forzosos de América latina, tendría una población más numerosa que
Noruega.
Me
atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión
literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la
Letras. Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y
determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que
sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza,
del cual éste colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más
señalada por la suerte
"Frente a la opresión, el
saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida".
Gabriel García Márquez
El 10 de Diciembre, fue la fecha marcada para el
memorable momento en el cual Gabriel García Márquez[3] recibiría el Premio
Nobel de literatura, como reconocimiento a su obra que incluiría novelas e historias cortas tales como: El Otoño
del patriarca y “El coronel no tiene quien le escriba[4]” y “El general en su
laberinto[5]”, en las que lo fantástico
y lo real se combinan en un mundo ricamente compuesto de “realismo mágico[6]”
que refleja la vida y los conflictos del continente latinoamericano”.
En La calle “La Loma”, llena
de árboles, sorprendentemente silenciosa para la zona donde se encuentra, a
pocos metros de la avenida más transitada de Ciudad de México[7],
en el número 19 hay una casa de fachada blanca copada de plantas de
enredaderas. Una vivienda igual a la de cualquier barrio de clase media en
América Latina. Allí , entre 1965 y 1966 Gabriel García Márquez escribió la que
se considera su obra cumbre la novela "Cien años de soledad[8]” protagonizada
por sus ancestros: La familia Buendía, en una época de precariedad económica
que pudo superar gracias a los esfuerzos y la habilidad doméstica de su mujer de
toda la vida:Mercedes Barcha y a sus amigos
Emmanuel Carballo, la actriz María
Luisa Elío y el poeta Jomí García Ascot , los escritores Juan Vicente Melo y
Juan Rulfo, la mecanógrafa Esperanza Araiza, la publicista Carmen Miracle y los
poetas Álvaro Mutis y José Emilio Pacheco, que de cuando en cuando le
traían víveres de manera desinteresada y casual sin la cual no se hubiera
podido dedicar exclusivamente a escribir durante màs de un años.
La obra costumbrista, cuenta
la vida de varias generaciones de Macondianos[9]
ascendientes del famoso escritor colombiano. Macondo ofrece muchos ecos de Aracataca, cuna del autor,
primogénito de doce hijos.
Pero “Gabo”, (como le llaman
sus amigos), no llegó solo con su mujer Mercedes, le acompaño una delegación de
màs de 120 colombianos auspiciado por el gobierno del presidente poeta de Colombia
(Belisario Betancourt), entre amigos y artistas de los diferentes
géneros musicales del país , destacándose por supuesto la delegación de la
costa caribe, conformada por vallenatos y “curramberos” al calor de los sones
de carnaval, encabezados por insignes
cantadora como “La negra grande de Colombia” : Leonor González Mina[10]
a quien se le encomendó la apertura de
la fiesta tropical y “Totò la momposina[11]”;
quienes dejaron boquiabiertos a los suecos. “Las cosas nunca serán
como antes en la Sala Azul del Ayuntamiento. El estricto protocolo sueco, se había
roto para siempre
No desde que García Márquez y sus amigos colombianos les mostraros
a los más estirados europeos, cómo se puede hacer una verdadera fiesta Nobel.
Los 60 músicos y bailarines colombianos interpretaban la música de Escalona al son
de los acordeones, la caja y la guacharaca de los hermanos Zuleta.
Una velada inolvidable, que hizo que toda esa sociedad pomposa de reyes y
nobles, se contagiaran con el ritmo del pueblo de Macondo.
Gabo, había convertido las flores
amarillas en su solapa, en su amuelo con el que combatiría sus temores a hablar
en público, a volar en avión y a los malos augurios sobre la muerte prematura que
amenazaba a los premios Nobel.
El fotógrafo y trotamundos Nereo López[12] y La “Cacica Araujo[13]”, que se quedaron sin
credencial por un inconveniente logístico, logran colarse a última hora con la
ayuda de los bailarines que les prestaron sus atuendos: el sombrero del uno, la
camisa del otro, el pañuelo de otro. El grupo tenía preparado un show para dos
horas y les dieron solo diez minutos. Pero, en cuanto sonaron los tambores y
cantaron La Negra Grande y Totó La Momposina , Se calentaron esos Suecos y
dejaron que el espectáculo se alargara hasta casi una hora![14].
El legado de
Gabo[15]
Muchos escritores y editores han
comentado la obra de Gabo, entre ellos:
El poeta dominicano Frank
Báez y el novelista colombiano Juan Gabriel Vásquez destacaron la importancia
del legado literario de García Márquez, especialmente en lo que respecta a la
diversidad de escritores y artistas contemporáneos que han sido influidos por
la narrativa del escritor. “La nómina de escritores que han dicho en algún
momento de sus vidas que la lectura de Cien años de soledad fue
lo que necesitaron para escribir sus libros, o fue una revelación
imprescindible sin la cual no hubieran podido escribir sus libros, o fue un
momento de tanta potencia que los empujó a escribir tal o cual libro, es
inmensa”, dijo Vásquez, “esa nómina incluye a gente como Salman Rushdie en
India, Peter Carey en Australia, Ben Okri en Nigeria, Toni Morrison en Estados
Unidos, Gaham Swift en Inglaterra y Patrick Chamoiseau en las Antillas
francesas. Todos ellos han confesado en algún momento la lectura de Cien
años de soledad como una revelación útil, provechosa y apasionante”.“
Leer a García Márquez realmente te hace más sabio, te hace vivir la vida con
mayor intensidad”, confesó Báez, y agregó: “a mí me parece que eso es lo mejor
que se le puede pedir a un escritor”.
Y a mí también me inspiró Gabo, a escribir estos cortos
versos que espero puedan ser útiles algùn día de celebración del idioma español:
Día del idioma
I
Hoy por ser día
del idioma
Nos reunimos
a celebrar
la lengua de
nuestros padres
que nunca podremos
olvidar
II
Lengua venida de lejos
de un lugar lleno de manchas
En donde vive un señor
ya muy viejo y delgadito
a quien lo acompaña un gordito
bonachón en un burrito
III
De las lenguas de
mis madres
Tristemente no me
acuerdo
Muisca, bantú o arawak
dicen los viejos
del pueblo
IV
Con ella puedo decir:”Te quiero”
Y hasta te puedo abrazar
Acariciar tus cabellos
Sin un cabello tocar
V
Pombo me arrulló
en la cuna
Con fábulas de
mucho ingenio
Que cuentan cosas
chistosas
De renacuajos y
perros
VI
Puedo recitar también :
“ La noche está
estrellada,
y tiritan, azules, los astros,
a lo lejos”
Para recordar a Neruda
Un buen amigo chileno
VII
También puedo decir que te extraño
aunque me acompañarás por siempre
Amado Gabriel
García Márquez
Maestro de mis maestros
VIII
Que chévere resulta este idioma
Pachanguero y currambero
Quien sabe cuántas cosas hermosas
Pueda yo, escribir con el tiempo…
Tan pronto termina
la fiesta, debo partir nuevamente en mi nave Transistèmica a mi lugar de origen
como invariablemente sucede para poder recargar las baterías de la nave y
trazar un nuevo destino para conocer un poco más de como utilizaban el tiempo
las sociedades del siglo XX Y XXI.
Referencias
https://www.gabrielgarciamarquezfundacion.com/el-premio-nobel
Carlos XVI Gustavo de Suecia - Wikipedia,
la enciclopedia libre
Elecciones generales de Suecia de 1982 -
Wikipedia, la enciclopedia libre
Murió Mercedes Barcha, el amor de la vida
de Gabo (semana.com)
Macondo, la infancia inagotable de García
Márquez (elespanol.com)
Discurso de Gabo al recibir el Nobel
(semana.com)
Gabriel García Márquez recibió el premio Nobel de
Literatura en 1982 - YouTube
Hace 40 años, Gabriel García Márquez
recibió el premio Nobel y llevó el Caribe a Estocolmo - Infobae
Cien años de soledad CAPÍTULO 20 | AUDIOLIBRO |
VOZ HUMANA | LATINO - YouTube
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/04/140408_garcia_marquez_casa_novela_mexico_an
Gabo habla del Caribe -
YouTube
[2] Upsala1 es una ciudad sueca situada unos 78 km al
noroeste de Estocolmo. Con 141 339 habitantes, es la cuarta mayor ciudad de Suecia después de Estocolmo, Gotemburgo y Malmö y el centro administrativo de
la provincia de Upsala y del municipio de Upsala. Está atravesada por el río Fyris, Upsala - Wikipedia, la enciclopedia libre
[3] Aracataca, Colombia, 1927 - México D.F., 2014) Biografia de Gabriel García Márquez
(biografiasyvidas.com)
2.“Por fortuna, Macondo no es un lugar, sino un estado de
ánimo que le permite a uno ver lo que quiere ver y verlo como quiere”,
aseguraba un Gabriel
García Márquez (Aracataca,
1927-Ciudad de México, 2014) siempre críptico, ambiguo y bromista que quizá en
esta ocasión dejó traslucir más verdad de la que pretendía. Y es que Macondo,
convertido hoy en uno de los lugares imaginarios por excelencia de la
literatura universal y en símbolo del realismo mágico, es mucho más que un
pueblo polvoriento venido a menos. Es sinónimo de Caribe, de mariposas amarillas y, sobre todo, el
refugio de los recuerdos, leyendas y vivencias que acompañaron la infancia de
un escritor que dedicaría su vida a transformar aquellos años de su niñez en
auténtica literatura.
[10]Leonor González Mina (Corregimiento de Robles, Jamundí, Valle del Cauca, 16 de junio de 1934)1 es una cantante, actriz, folclorista y exrepresentante
a la Cámara afrocolombiana,
conocida como La Negra Grande de Colombia. Ha incursionado en
ritmos como boleros, pasillos, bambucos, ritmos del Caribe y del Pacífico. Leonor González
Mina - Wikipedia, la enciclopedia libre, Leonor González
Mina - Violencia (en vivo) - Teatro Colón - YouTube
[11] Sonia Bazanta Vides (Talaigua Nuevo, Bolívar, Colombia, 1 de agosto de 1940),23 más conocida como Totó la Momposina, es una
cantante de música folclórica de la Costa Caribe de Colombia.4 Totó La Momposina - La Candela Viva (live
at Real World Studios) - YouTube
[12] Nereo López Meza (Cartagena, 1 de septiembre de 1920-Nueva York, 25 de
agosto de 2015)1 fue un fotógrafo colombiano, reportero y técnico en
proyección cinematográfica, cronista, maestro de fotografía y trotamundos
colombiano. Nereo López -
Wikipedia, la enciclopedia libre
[13] Consuelo
Inés Araújo Noguera (Valledupar, 1 de
agosto de 1940-La Mina, Cesar, 29 de septiembre de 2001), conocida como «La
Cacica», fue una política, escritora y gestora cultural colombiana, conocida
por su impulso a la cultura de la música vallenata y la creación del Festival de
la Leyenda Vallenata junto
con Rafael Escalona y el dirigente liberal y expresidente Alfonso
López Michelsen.1Fue
ministra de Cultura durante el gobierno del presidente Andrés
Pastrana Arango.2 Araújo fue
secuestrada y asesinada por sus captores, la guerrilla de las FARC,
mientras dialogaban sobre la paz con el gobierno del presidente Andrés Pastrana.3Consuelo Araújo Noguera - Wikipedia, la
enciclopedia libre
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