https://www.16personalities.com/es/test-de-personalidad
“Soy egoísta, impaciente y un
poco insegura. Cometo errores, estoy fuera de control y, a veces, soy difícil
de controlar. Pero si no me puedes tratar en mi peores momentos, entonces
seguro que no me mereces en mis mejores momentos.”
MARILYN MONROE
Si alguien espontáneamente
comienza a cantar y bailar, ese es el tipo de personalidad del Animador. Los
Animadores quedan prendados por la emoción del momento y quieren que todos los
demás también se sientan de esa manera. Ningún otro tipo de personalidad es tan
generoso con su tiempo y energía como el Animador cuando se trata de animar a
los demás, y ningún otro tipo de personalidad lo hace con ese estilo tan
irresistible.
Todos somos estrellas...
Artistas natos, a los Animadores
les encanta estar en el punto de mira, pero todo el mundo es un escenario.
Muchas personas famosas con la personalidad de Animador son actores, pero también
les gusta hacer espectáculos con sus amigos, charlando con un ingenio único y
mundano, absorbiendo la atención y haciendo que todo parezca una fiesta. Muy
sociables, los Animadores disfrutan de las cosas más simples y no hay mayor
alegría para ellos que simplemente divertirse con un buen grupo de amigos.
Pero no es solo hablar, los
Animadores tienen el sentido estético más fuerte de cualquier tipo de
personalidad. Desde el aseo y la ropa hasta una casa bien amueblada, los
individuos con personalidad de Animador van siempre a la moda. Como saben lo
que es atractivo en el mismo momento en que lo ven, los Animadores no tienen
miedo de cambiar su entorno para reflejar su estilo personal. Los Animadores
son curiosos por naturaleza y exploran los nuevos diseños y estilos con
facilidad.
Aunque no siempre lo parezca, los
Animadores saben que no son siempre los protagonistas; son observadores y muy
sensibles a las emociones de los demás. Las personas con este tipo de
personalidad son a menudo los primeros en ayudar a alguien a confesar un
problema difícil y ofrecen con total voluntad su apoyo emocional y consejos
prácticos. Sin embargo, si el problema es de ellos, es más probable que los
Animadores eviten el conflicto y no lo afronten. A los Animadores generalmente
les encanta un poco de drama y pasión, pero no tanto cuando son ellos los que
están en el foco de las críticas que estos pueden causar.
...Y merecemos brillar
El mayor desafío al que se
enfrentan los Animadores es que a menudo están tan concentrados en los placeres
inmediatos que descuidan los deberes y responsabilidades que hacen posibles
esos lujos. Los análisis complejos, las tareas repetitivas y el trabajo de
hacer coincidir las estadísticas con las consecuencias reales no son
actividades fáciles para el que tiene la personalidad de Animador. Prefieren confiar
en la suerte o en la oportunidad, o simplemente piden ayuda a su amplio círculo
de amigos. Es importante para los Animadores que se pongan el reto personal de
no perder de vista las cosas a largo plazo, por ejemplo sus planes de
jubilación o la ingesta de azúcar; no siempre habrá alguien por ahí que esté
pendiente de estas cosas.
Las personas con la personalidad
de Animador reconocen el valor y la calidad, lo que de por sí es un excelente
rasgo de la personalidad. Sin embargo, todo eso combinado con su tendencia a la
mala planificación, puede hacer que vivan por encima de sus posibilidades; y
las tarjetas de crédito son especialmente peligrosas. Más concentrados en
aprovechar las oportunidades según llegan que en planificar objetivos a largo
plazo, los Animadores pueden descubrir que su falta de atención ha hecho que
ciertas actividades les resulten inasequibles.
No hay nada que haga que un
Animador se sienta tan infeliz como darse cuenta de que está encajonado por las
circunstancias y que no puede unirse a sus amigos.
El Animador es muy bien acogido
siempre que haya necesidad de alegría y de pasarlo bien, de voluntad para
probar algo nuevo y divertido; y no hay mayor alegría para la personalidad del
Animador que lograr que todos los demás se lo pasen bien. Los Animadores pueden
charlar durante horas, a veces de cualquier cosa menos del tema del que querían
hablar, y compartir las emociones de sus seres queridos en las buenas y en las
malas. Si son capaces de mantener sus asuntos en orden, estarán siempre
dispuestos a experimentar las nuevas y emocionantes cosas que el mundo puede
ofrecer y arrastrar consigo a sus amigos.